Sin duda una de mis ciudades favoritas es Girona con su entramado de callejuelas estrechas, encantadoras y a veces misteriosas que te transportan a otra época dónde se vive como a cámara lenta disfrutando y apurando cada instante como el más especial e importante de toda la vida.
En mayo la ciudad se transforma y se convierte en un gran jardín lleno de vida y animación. Es el tiempo de las flores y se convierte en una gran excusa para pasar un gran día haciendo fotos en muy buena compañía...
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